SIMPLES PALADAS DE PALABRAS, PARA QUIEN TENGA TIEMPO
Muchas gracias a tod@s por publicar y compartir, veo una gran enseñanza de la cual, aprendo mucho de todo. ...Los chistes, le dan un punto muy agradable de humor, y me ayudan muchas veces a darle la vuelta a mi tortilla de penas.
Esa tortilla, de patatas que cuaja a fuego lento, gracias a la capacidad de unión que poseen los huevos que robamos a las pobres gallinas.
Que tantas veces despreciamos, e ignoramos lo que sufren para darnos lo mejor de ellas mismas. Y olvidamos de agradecerles.
Ese sentido del humor, probablemente una de las cosas que nos diferencia de otros animales, junto a nuestra capacidad de dar como las gallinas, lo mejor de nosotros mismos. Esto es lo que nos permite dar la vuelta a la tortilla del sufrimiento por la que tod@s pasamos, a veces por el daño que nos hacen los demás. A veces por el daño que nos infligimos nosotros mismos...
A veces simples palabras, que duelen tanto, y que no tienen mas valor que el que sin darnos cuenta le otorgamos nosotros mismos. Quizás sea porque simplemente necesitamos un abrazo o expresar nuestro cariño, pero lo cierto es que es difícil encontrar a una persona a quien abrirnos y simplemente dejar salir nuestro dolor mas intenso, mientras sentimos a la otra persona que nos acompaña en nuestra pena, sin juzgarnos. Llorando incluso por las injusticias que tod@s hacemos, en las que nos vemos inocentes de culpa cuando somos nosotros quien basándonos en pensamientos tóxicos, hacemos también daño a los demás, con esas mismas injusticias que nos hicieron a nosotros.
Creo que vivimos en un mundo en el que sobra el dinero, y falta el cariño. No es que andemos sobrados de pasta, sino que andamos escasos de amor, un amor que dignifique a las personas, y demás seres, un amor que sintamos, en primer lugar hacia nosotros mismos, para poder luego distribuirlo a los demás, en nuestro reparto diario de sonrisas, allí en donde la vida nos da la oportunidad de sonreír, a pesar de que por dentro, el sufrimiento por cualquier causa nos este matando.
Es como caminar con unos zapatos en los que metemos piedritas dentro, por alguna extraña razón, que nos convence para hacerlo.
Impidiéndonos caminar, saboreando esa inmensa felicidad, que cada día nos ofrece con su mas hermosa intención de agradarnos. Pero que nosotros llenos de ignorancia, sólo podemos sentir a esas piedritas, en el corazón, en el zapato, y ¿porque no? incluso en el riñón, que nos impiden ver la realidad que deformamos, infinitamente en ese mundo inmenso de kilo y medio, que pesa tanto en nuestra cabeza, como pesan nuestras penas, nuestras desilusiones, nuestros sueños rotos...
Nuestras piedritas que se convierten en pesadas rocas cargadas de sentimientos que impregnan nuestro día a día, de actitudes negativas con las que escribimos las hojas en blanco, en el libro que editamos con nuestra firma, y sellamos con nuestras obras, a veces de teatro, para simplemente sentir que somos alguien importante.
Cuando en verdad hemos olvidado el valor que tenemos, pues nos han dicho tantas veces, que no valemos, que no somos capaces, que no somos nada, que nunca vamos a conseguir nuestros sueños, porque a veces se han roto en tantos pedazos, esos sueños, que parece imposible pegarlos de nuevo. Es como un hermoso espejo, que se nos cae entre las manos y mil pedazos inundan el suelo de nuestra casa, haciéndonos sentir torpes, por tremenda torpeza, que parece imposible de limpiar. pues incluso meses después aún sigues encontrado trocitos de ese espejo que la estúpida superstición te hace creer que tendrás mil años de maldiciones.
Es cierto si crees que estas condenado tu fe en ello te condena, y si crees que puedes con ello, tu propia fe en ti, y en nadie más, te libera del fracaso.
Yo no soy creyente, ya de nada de lo que me habían hecho creer de niño, pero si soy tolerante con las creencias ajenas, pues al final la verdad nadie la sabe y la mentira es algo tan relativo como la quieras ver. Y estas dos hermanas que nacieron juntas, y nosotros identificamos como verdad o mentira, no sirven para nada, desde mi punto de vista, que igual me equivoco, pero yo es que ya sólo creo en las cosas que hago cada día para ser feliz aceptando mis limitaciones y fracasos, como el impulso que me hace retomar un nuevo camino, por el cual, aunque vuelva a creer que he perdido, veo en realidad la ganancia adquirida con esa experiencia de aparente fracaso. Pues al fin y al cabo a las personas que yo mas admiro es la que veo que se levantan con más fuerza después de cada caída. Pues he comprobado que caerse no importa, un niño no cuenta cuanta veces se cae, simplemente se levanta y sigue intentándolo aunque sea un proceso doloroso, acompañado de su inocente llanto, no importa, pues aunque no lo sepa, gracias a su empeño aprende a caminar.
Perdonad si no es el sitio mas adecuado para sincerarme y dejar ver un poco de mi desnudez emocional, o si me extiendo demasiado. Pero tengo una necesidad tan grande de crecer, que sólo exponiendo mis piedritas o sentimientos mas internos, creo poder conseguir mi objetivo, de ir mejorando sobre la marcha, pues la vida es un proyecto de construcción personal en donde no hay nada planeado, y vamos creciendo, afrontando cambios y atravesando inmensas penas, aprendiendo a base de fracasos, sueños rotos, espejos caídos, lecciones de humildad...
Atravesando ríos, corrientes mundanas, llenas de sentimientos vacíos, que nos deslumbran con sus engañosas promesas de felicidad, que continuamente nos matamos por buscar en una playa, que no es la nuestra.
Nuestra, playa, nuestro mar, nuestro dolor, y nuestra felicidad, están ahí cada día, esperando como un autobús espera a que le cojas. Con la ilusión de una madre o un padre, que se rencuentra con un hijo perdido.
Ya basta de tanto libro de autoayuda, de tanta película de terror, de tantos programas televisivos que sólo hacen que juzgar a la gente.
Por favor apaga la tele y enciende tu corazón. Si quieres experiencias nuevas, haz cosas nuevas, y aplica lo que aprendes.
Pues toda autoayuda esta dentro de cada ser, esperando con ilusión a ser descubierta por la inmensa creatividad que lleva dentro de si, cada persona dispuesta a descubrirlo en cada piedrita que encuentra causándole un inmenso dolor, dentro de su zapato, o de su corazón.
Con mucho cariño a tod@s mis amig@s del face, para construir junt@s una realidad, mas llena de aceptación y tolerancia. y "descubrir que hoy es el día de mañana con el que soñamos ayer" como dice una frase que descubrí un día, hace ya mucho tiempo.
Muchas gracias a tod@s por publicar y compartir, veo una gran enseñanza de la cual, aprendo mucho de todo. ...Los chistes, le dan un punto muy agradable de humor, y me ayudan muchas veces a darle la vuelta a mi tortilla de penas.
Esa tortilla, de patatas que cuaja a fuego lento, gracias a la capacidad de unión que poseen los huevos que robamos a las pobres gallinas.
Que tantas veces despreciamos, e ignoramos lo que sufren para darnos lo mejor de ellas mismas. Y olvidamos de agradecerles.
Ese sentido del humor, probablemente una de las cosas que nos diferencia de otros animales, junto a nuestra capacidad de dar como las gallinas, lo mejor de nosotros mismos. Esto es lo que nos permite dar la vuelta a la tortilla del sufrimiento por la que tod@s pasamos, a veces por el daño que nos hacen los demás. A veces por el daño que nos infligimos nosotros mismos...
A veces simples palabras, que duelen tanto, y que no tienen mas valor que el que sin darnos cuenta le otorgamos nosotros mismos. Quizás sea porque simplemente necesitamos un abrazo o expresar nuestro cariño, pero lo cierto es que es difícil encontrar a una persona a quien abrirnos y simplemente dejar salir nuestro dolor mas intenso, mientras sentimos a la otra persona que nos acompaña en nuestra pena, sin juzgarnos. Llorando incluso por las injusticias que tod@s hacemos, en las que nos vemos inocentes de culpa cuando somos nosotros quien basándonos en pensamientos tóxicos, hacemos también daño a los demás, con esas mismas injusticias que nos hicieron a nosotros.
Creo que vivimos en un mundo en el que sobra el dinero, y falta el cariño. No es que andemos sobrados de pasta, sino que andamos escasos de amor, un amor que dignifique a las personas, y demás seres, un amor que sintamos, en primer lugar hacia nosotros mismos, para poder luego distribuirlo a los demás, en nuestro reparto diario de sonrisas, allí en donde la vida nos da la oportunidad de sonreír, a pesar de que por dentro, el sufrimiento por cualquier causa nos este matando.
Es como caminar con unos zapatos en los que metemos piedritas dentro, por alguna extraña razón, que nos convence para hacerlo.
Impidiéndonos caminar, saboreando esa inmensa felicidad, que cada día nos ofrece con su mas hermosa intención de agradarnos. Pero que nosotros llenos de ignorancia, sólo podemos sentir a esas piedritas, en el corazón, en el zapato, y ¿porque no? incluso en el riñón, que nos impiden ver la realidad que deformamos, infinitamente en ese mundo inmenso de kilo y medio, que pesa tanto en nuestra cabeza, como pesan nuestras penas, nuestras desilusiones, nuestros sueños rotos...
Nuestras piedritas que se convierten en pesadas rocas cargadas de sentimientos que impregnan nuestro día a día, de actitudes negativas con las que escribimos las hojas en blanco, en el libro que editamos con nuestra firma, y sellamos con nuestras obras, a veces de teatro, para simplemente sentir que somos alguien importante.
Cuando en verdad hemos olvidado el valor que tenemos, pues nos han dicho tantas veces, que no valemos, que no somos capaces, que no somos nada, que nunca vamos a conseguir nuestros sueños, porque a veces se han roto en tantos pedazos, esos sueños, que parece imposible pegarlos de nuevo. Es como un hermoso espejo, que se nos cae entre las manos y mil pedazos inundan el suelo de nuestra casa, haciéndonos sentir torpes, por tremenda torpeza, que parece imposible de limpiar. pues incluso meses después aún sigues encontrado trocitos de ese espejo que la estúpida superstición te hace creer que tendrás mil años de maldiciones.
Es cierto si crees que estas condenado tu fe en ello te condena, y si crees que puedes con ello, tu propia fe en ti, y en nadie más, te libera del fracaso.
Yo no soy creyente, ya de nada de lo que me habían hecho creer de niño, pero si soy tolerante con las creencias ajenas, pues al final la verdad nadie la sabe y la mentira es algo tan relativo como la quieras ver. Y estas dos hermanas que nacieron juntas, y nosotros identificamos como verdad o mentira, no sirven para nada, desde mi punto de vista, que igual me equivoco, pero yo es que ya sólo creo en las cosas que hago cada día para ser feliz aceptando mis limitaciones y fracasos, como el impulso que me hace retomar un nuevo camino, por el cual, aunque vuelva a creer que he perdido, veo en realidad la ganancia adquirida con esa experiencia de aparente fracaso. Pues al fin y al cabo a las personas que yo mas admiro es la que veo que se levantan con más fuerza después de cada caída. Pues he comprobado que caerse no importa, un niño no cuenta cuanta veces se cae, simplemente se levanta y sigue intentándolo aunque sea un proceso doloroso, acompañado de su inocente llanto, no importa, pues aunque no lo sepa, gracias a su empeño aprende a caminar.
Perdonad si no es el sitio mas adecuado para sincerarme y dejar ver un poco de mi desnudez emocional, o si me extiendo demasiado. Pero tengo una necesidad tan grande de crecer, que sólo exponiendo mis piedritas o sentimientos mas internos, creo poder conseguir mi objetivo, de ir mejorando sobre la marcha, pues la vida es un proyecto de construcción personal en donde no hay nada planeado, y vamos creciendo, afrontando cambios y atravesando inmensas penas, aprendiendo a base de fracasos, sueños rotos, espejos caídos, lecciones de humildad...
Atravesando ríos, corrientes mundanas, llenas de sentimientos vacíos, que nos deslumbran con sus engañosas promesas de felicidad, que continuamente nos matamos por buscar en una playa, que no es la nuestra.
Nuestra, playa, nuestro mar, nuestro dolor, y nuestra felicidad, están ahí cada día, esperando como un autobús espera a que le cojas. Con la ilusión de una madre o un padre, que se rencuentra con un hijo perdido.
Ya basta de tanto libro de autoayuda, de tanta película de terror, de tantos programas televisivos que sólo hacen que juzgar a la gente.
Por favor apaga la tele y enciende tu corazón. Si quieres experiencias nuevas, haz cosas nuevas, y aplica lo que aprendes.
Pues toda autoayuda esta dentro de cada ser, esperando con ilusión a ser descubierta por la inmensa creatividad que lleva dentro de si, cada persona dispuesta a descubrirlo en cada piedrita que encuentra causándole un inmenso dolor, dentro de su zapato, o de su corazón.
Con mucho cariño a tod@s mis amig@s del face, para construir junt@s una realidad, mas llena de aceptación y tolerancia. y "descubrir que hoy es el día de mañana con el que soñamos ayer" como dice una frase que descubrí un día, hace ya mucho tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario